La situación
La pandemia del COVID-19 nos tomó a todos por sorpresa, con mucha incertidumbre vimos como un virus se originó al otro lado del planeta y como en pocos meses cambió por completo la realidad a la cual estamos acostumbrados.
El cambio no vino únicamente a nivel de salud sino que vino acompañado con un impacto económico, en especial para quienes se dedican a las actividades cuya naturaleza se basa en el contacto con otras personas.
108 Yoga es una escuela de Yoga en Medellín, Antioquia y como su nombre lo indica, se dedica a la enseñanza y práctica del Yoga. Andrea, su directora, estaba pensando en acciones para prevenir el contagio y pasó rápidamente de incrementar la higiene al máximo a suspender por completo las actividades antes de que la situación en la ciudad se saliera de control.
Dicha suspensión traía como consecuencia la afectación económica tanto para la escuela como para el equipo que allí labora. Más allá de la afectación económica traía, además, la detención de la práctica por parte de los estudiantes.
La solución
Fue en ese momento que, con ayuda de Castor, se decidió implementar un modelo de clases de yoga virtuales en donde cada profesor, desde su casa dicta la clase en vivo a los estudiantes que se conecten. Entre varias herramientas se decidió usar la herramienta Zoom puesto que permite enviar un enlace a cada una de las personas que se inscriben para tomar la clase.
Esta implementación, hecha de un día para otro, resultó ser un éxito y fue recibida por todos con gran agradecimiento, tanto por los estudiantes como por los profesores y la escuela.
Gracias a 108 Yoga por permitirnos apoyarlos y confiar en nuestra propuesta de clases de yoga virtuales.
Entrada recomendada: Capítulo 03 de la 2da temporada del Podcast: Implementa con éxito el trabajo virtual
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