Un artículo basado en el el podcast Command Line héroes: La revolución ágil
En el 2001, Dave Thomas se reúne con otros 16 programadores para discutir sobre lo que no estaba funcionando en el mundo del desarrollo. Este grupo se había conocido en la conferencia internacional sobre programación, lenguajes y aplicaciones (OOPSLA).
Todos estaban de acuerdo en que desarrollar software era complicado y ahora estaban juntos para pensar una solución.
¿Pero qué era exactamente lo que no funcionaba, qué hacía falta para llegar a la revolución ágil?
Difícilmente un usuario sabe lo que quiere con exactitud y precisión. A veces cree saberlo, pero no es así. Por lo tanto, un proceso en el cual se desarrolla exactamente lo que pide el usuario y se revisa al final, casi nunca sirve: siempre que haya lugar a ambigüedades habrá diferentes interpretaciones. Siempre debe haber retroalimentación y esto no existía en la década de los 90’s.
La retroalimentación era el paso faltante, pieza clave para la revolución ágil.
La metodología en cascada que se usaba, que carecía de retroalimentaciones constantes, hacía que los procesos fueran extremadamente lentos y las empresas gastaran mucho más dinero ajustando el software que creándolo.
Había que replantearse, eso era evidente. Así que Dave Thomas junto a este grupo de programadores construyen el manifiesto para el desarrollo ágil de software. Entonces a ellos les costó llegar a esta palabra clave: ÁGIL; no era un sustantivo, era un adjetivo, es decir, una forma de ser. Ser ágil es una actitud, esta palabra revolucionó el mundo del desarrollo.
Este artículo resume algunas ideas sobre este interesante tema, basadas en un capítulo del podcast Command Line héroes – La Revolución Ágil.
- Filosofías parecidas a la metodología ágil como la metodología de flujo de trabajo lean kanban en la década de los 40 proponía formas diferentes de trabajo.
- Crear software es y ha sido complicado, especialmente por la forma en que se venía haciendo, es decir, mediante un proceso largo de desarrollo en cascada sin espacios para la retroalimentación.
- La crisis del desarrollo de software década de los 90s evidenció que la antigua forma de hacer las cosas no funcionaba, las empresas gastaban más tiempo y dinero en hacerle mantenimientos a los sistemas que en desarrollar nuevos sistemas.
- El lugar predominante en que estaban los desarrolladores les permitió redefinir su forma de trabajar con El Manifiesto ágil.
- El manifiesto ágil y en general la agilidad propone no solamente una nueva forma de hacer las cosas sino una nueva forma de pensar. La agilidad también es tomar decisiones y acciones que permitan generar valor continuamente en un mundo de incertidumbre.
- Ágil no es lo que haces sino cómo lo haces.
- Ágil no es un sustantivo, tú no eres ágil, puede que hoy actúes ágil y mañana no. Deberíamos trabajar más en actuar de manera ágil
- Muchas empresas grandes no sólo se han transformado con la agilidad, sino que han cambiado la forma en que trabaja la industria, tal es el caso de Amazon, Netflix y Facebook.
- La agilidad ha facilitado la equidad e igualdad en el lugar de trabajo
El aporte más importante que ha hecho la agilidad, más allá de su impacto en la forma de desarrollar software, ha sido el cambio de paradigmas en nuestra forma de trabajar y de pensar. Tal ha sido su influencia que ha transformado la industria como en el caso de Amazon, Netflix y Facebook. Seguramente la humanidad vivirá desafíos que nos retarán de diferentes formas y tal vez no estemos preparados para lo que viene. Sin embargo, haber pasado por la Revolución Ágil y en particular tener la mente abierta ante los cambios, nos permitirá responder de una mejor manera ante esos desafíos.
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