Volvo anunció en febrero que, a partir del 2030, solo venderá autos eléctricos y que, además, eliminará a los distribuidores para vender directamente y online. Según Henrik Green[1], «no hay un futuro a largo plazo para los vehículos de combustión interna».
¿Será que se ha llegado también el punto de quiebre para los autos con motor a combustión?
No sería nada raro.
A nuestra generación le ha tocado presenciar ya varios puntos de quiebre y entre los que podemos mencionar están el de la música en CD que, en la década del 2000, tuvo su caída con la aparición del iPod, dispositivo de almacenamiento que, a su vez, en la década siguiente tuvo que cederle el paso a plataformas como Spotify o Deezer y, el de la televisión por cable que, en la actualidad, le está dando paso a servicios de Streaming como Netflix, Amazon Prime y Disney Plus.
¿Pasaremos entonces a un nuevo estado en donde lo usual sean los vehículos eléctricos?
Cada vez son más las compañías de automóviles que quieren modernizarse para producir en masa autos eléctricos como respuesta a la presión que están ejerciendo algunos gobiernos, conscientes del deterioro progresivo que viene padeciendo el medio ambiente, pues para nadie es un secreto que el planeta necesita de nuestra ayuda.
Los productos, servicios y experiencias que ayuden a aliviar los dolores, a generar ganancias o a hacer más fácil las tareas de los usuarios[2], que les proporcionen una experiencia (UX) superior y sean mejor mercadeados que los anteriores, en algún momento terminan siendo el nuevo estándar. Y esto ha sido durante toda la historia. Si hacemos un breve repaso podemos notar cómo de la iluminación por combustibles se llegó a la bombilla eléctrica, de los caballos a los autos, de los autos a los aviones, de la navegación a vela a los barcos de motor a combustión.
Y ahora, en efecto, estamos viendo cómo el turno es para los autos de motor a combustión.
Tesla Motors ha jugado un papel fundamental en esta transición: construye autos eléctricos en masa y a nivel global, tiene una experiencia de usuario memorable, su diseño es increíble y como si fuera poco tienen como frontman a un auténtico rockstar, nada más y nada menos que a Elon Musk, quien tiene poco que envidiarle a Steve Jobs, Jeff Bezos, Bill Gates o al mismo Thomas Alva Edison. No es gratuito que en el 2020 Tesla valiera más que Toyota, Honda o BMW.
Ahora con la presión por dejar de usar combustibles fósiles, la masificación de vehículos eléctricos, la entrada global de actores chinos como Geely o Byd y de grandes jugadores como Volkswagen, Volvo o Toyota, y además importante que está siendo (y con toda la razón) para muchos personas ayudar al planeta y de paso mostrarse como amigable al medio ambiente, la transición es inminente, solo es cuestión de tiempo.
La transición
Yo me atrevo a proyectar esta transición para la década del 2030 en los países desarrollados y en las principales ciudades de Latinoamérica y aclaro que no estoy asegurando que los autos eléctricos vayan a ser la mayoría, solo que van a estar más presentes en nuestra cotidianidad. Y bueno, de algo sí estoy seguro y es que estos autos eléctricos van a ser el nuevo objeto de deseo para los que les gustan los autos y consecuente con esto, los compraremos en masa, ya sea por conciencia ambiental o por moda, pero los compraremos.
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[1] Chief Technology Officer de Volvo
[2] Te invito a leer mi artículo https://castor.com.co/triangulo-de-generacion-de-valor/hacemos es nuestra atención y nuestros datos y con al usar nuestro tiempo y atención estas empresas se valorar en miles de millones de dólares
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