Como algunos lectores de Castor ya saben, me encantan la Agilidad y Lean, pero hace unos días terminé de leer un libro que me hizo pensar en lo siguiente: Más allá de Agilidad y Lean en muchos aspectos de la estrategia empresarial y de la vida misma, es fundamental apalancar lo que hacemos.
Si no trabajamos con una buena palanca, aunque pensemos, tengamos métodos y herramientas ágiles o Lean, será muy difícil, por no decir imposible, tener crecimientos exponenciales o lograr algunos de los objetivos que nos planteemos.
El libro se llama The Almanack of Naval Ravikant: A Guide to Wealth and Happiness, de Eric Jorgenson, Jack Butcher y Tim Ferriss y explica: El efecto palanca es lo que nos ayuda a multiplicar la potencia y el alcance de lo que hacemos para alcanzar nuestros objetivos o nuestro propósito.
Efecto palanca clásico
Se trata entonces de que en los negocios, las empresas y las organizaciones, así como en la vida, podemos maximizar el uso de la palanca cuando sea pertinente.
Me explico. Si soy un odontólogo que trabaja solo, los ingresos que percibo son generados por los pacientes que van a mi consultorio; pero si invito a otros odontólogos a hacer parte de mi consultorio, percibiré ingresos (y podré multiplicar el bienestar) incluso si no estoy atendiendo a mis pacientes.
Esta es la forma más antigua y clásica de percibir el “apalancamiento”, del que se deduce que, si solamente percibimos ingresos por las horas que trabajamos, vamos a estar supeditados a las horas de trabajo; mientras que si hacemos inversiones, el dinero trabajará para nosotros.
Efecto palanca digital
Ahora bien, otro ejemplo sería si me interesa dar conferencias y trato de promover o explicar un tema como los OKRs en una de ellas tendría que repetir los conceptos en cada conferencia.
Pero si aparte de dar las conferencias que me ayudan a cumplir mi propósito, enriquezco mi contenido y multiplico mi mensaje haciendo videos, escribiendo artículos y grabando podcast, podría llegarle a más gente que esté interesada en aprender sin que yo tenga que repetirlo una y otra vez. Ese es el efecto palanca aplicado a la difusión de conocimiento y a la creación de marca en la práctica.
Y es así como muchas de las grandes fortunas de la sociedad que vivimos están dadas por gente que ha apalancado lo que hace gracias al código, los medios y la transformación digital. Unas líneas de código bien escritas pueden ser un gran apalancador si las personas realmente lo aprecian.
David Velez, de Nu Bank; John Freddy Vega, de Platzi; Robbie J. Frye, el host de The Frye Show; mis amigos Lucho Salazar y Jorge Abad con sus blogs y libros. Todos ellos han aprovechado el efecto palanca para generar abundancia y bienestar, más allá de las horas que le puedan dedicar a una idea o emprendimiento.
Si quieres que tu patrimonio crezca, o que tu conocimiento se difunda exponencialmente, funda una empresa o invierte, o escribe código (software), escribe libros o blogs, graba videos o podcasts. Usa el efecto palanca.
Así que la invitación es: si quieres que tu patrimonio crezca o que tu conocimiento se difunda exponencialmente, como lo dice Naval Ravikant: funda una empresa, vuélvete el responsable de algo que pueda crecer. Y si no puedes o no quieres, escribe código (software), escribe libros o blogs, graba videos o podcasts o idéate nuevas formas de usar el efecto palanca en lo que haces. El apalancamiento es un multiplicador de fuerza.
La imagen de portada fue tomada de: undraw
Descarga gratis
el ebook
Proyecto Ouróboros
Descarga el
infográfico
La cometa de valor
Escucha nuestro
podcast
Transformación Digital
en Latinoamérica
Mantente al tanto de nuestras publicaciones a través de nuestras redes sociales: LinkedIn, Instagram y Twitter.